sábado, 1 de diciembre de 2012

Nuevo Presidente... ¿Nueva Política?

Enrique Peña Nieto, Nuevo Presidente Constitucional



Es un hecho, seamos de la corriente política que seamos, de la clase social, económica o intelectual que prefiramos, que a partir de hoy tenemos un nuevo Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos: el Lic. Enrique Peña Nieto.



Nuestro Sindicato Nacional de Jubilados y Pensionados por el Estado se ha declarado siempre como una Institución APARTIDISTA, pues no es nuestro objetivo conseguir posiciones políticas a través de nuestra militancia.
Nuestro único propósito político ha sido siempre obtener -para todos los Jubilados y Pensionados federales del país- las mejores condiciones de Seguridad y Bienestar. No existe mayor ni mejor propósito, y por ende, no participamos, como institución, en otra lucha.
Aclarado lo anterior, da alegría escuchar, dentro del primer discurso que dirigió a la Nación, que el Presidente tome en cuenta a los Adultos Mayores. Nunca antes lo había escuchado de un Presidente, y menos desde el inicio de su Gestión.
Aqui tienen el vínculo para ver esa parte del discurso. Al entrar, en la pantalla busquen <skip ad>  para evitar los comerciales.




Solo queda esperar a que el Congreso de la Unión, en consonancia con la meta expresada por el C. Presidente, acuerde los apoyos que se pretende hacer llegar a éstos Adultos Mayores.
Es también importante - y de justicia social- que la edad para acceder a ese beneficio se reduzca a los 65 años de edad, como fué mencionado por el Lic. Peña Nieto.
Solo queda la duda de siempre: ¿Podrá extenderse éste beneficio también a aquellos que, siendo Jubilados y Pensionados Federales (o incluso a todos los pensionados) que reciben menos de $3,000.00 mensuales?
Una buena proporción de los jubilados a nivel nacional reciben pensiones tan exigüas que no son suficientes para garantizar una vida digna, mucho menos honorable.
Y para muestra, un botón.
Las cifras que aparecen en la presentación de la siguiente iniciativa, en sus motivos, analiza algo que venía sucediendo no hace mucho:


INICIO DE LA CITA:

INICIATIVA DE REFORMAS AL ARTICULO 57 DE LA LEY DEL INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVIDOS SOCIALES PARA LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO, A CARGO DEL C. DIP. MIGUEL ANGEL SOLARES CHAVEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRD

...
El argumento que con mayor fuerza se esgrimió durante la reforma de 1992 fue en el sentido de homologar, a la baja, el sistema de pensiones del ISSSTE con relación al del Seguro Social.
Los efectos de la reforma al artículo 57 fueron devastadores y el alud de protestas de jubilados y pensionados no se ha detenido desde entonces.
Para ilustrar lo anterior conviene hacer notar que el salario mínimo ha tenido una caída persistente desde hace mas de dos décadas, colocándose en desventaja frente a los salarios contractuales y del sector público que se revisan anualmente. 
Así de conformidad con los datos oficiales, comparado con la inflación, el salario mínimo se ha visto reducido los últimos cuatro años en un 42 por ciento, decremento que han resentido también las pensiones del ISSSTE. 
Por otra parte, mientras que de 1995 a 1998 el Índice Nacional de Precios al Consumidor -indicador que sirve de referencia para proyectar el incremento a los salarios mínimos- ha tenido un crecimiento acumulado de 186.5 por ciento, el índice de sueldo promedio mensual de plaza inicial del magisterio ha crecido en el mismo lapso 214.8 por ciento, es decir, que ha tenido un crecimiento real de 28.3 ciento. Esto significa que, en tanto que en los últimos cuatro años el salario mínimo y, por consiguiente, las pensiones del ISSSTE, han disminuido su poder de compra, el salario magisterial de los trabajadores en activo que cotizan al instituto, se ha colocado por encima de la inflación e iniciado un proceso, lento e insuficiente aún, de recuperación. 
La desventaja de este sector de jubilados, uno de los mas numerosos con que cuenta el ISSSTE, frente a los trabajadores en activo es más que ostensible. Jubilados y pensionados de otras dependencias se encuentran en las mismas circunstancias de desventaja e inequidad.
Dos hechos más justifican una urgente reforma al artículo 57 para devolverle el espíritu original a la pensión dinámica que el legislador le confirió con la reforma de 1980. La pensión promedio de los cerca de 335 mil jubilados y pensionados con que contaba el instituto al mes de noviembre pasado, se ubicaba en 2 mil 386 pesos con 21 centavos: 2.6 veces el salario mínimo general para el Distrito Federal, cantidad insuficiente para adquirir una canasta de productos básicos. 
El Consejo Nacional Mixto de Protección al Salario (Conampros), organismo de apoyo técnico al Congreso del Trabajo ha calculado que el precio de la canasta básica alimenticia (mínimos nutricionales para una familiar nuclear) a precios de abril de 1998, era de 2 mil 968 pesos con 50 centavos. En este sentido, un jubilado del ISSSTE que goza de la pensión promedio, sólo recibe recursos para comprar el 80 por ciento de los productos de dicha canasta básica, que por lo demás no incluye vivienda, salud, transporte, ropa y calzado.
Si a ese monto le aplicamos el incremento del 14 por ciento que recientemente ha aprobado la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, todavía le harían falta al jubilado 250 pesos, o poco más de 7 salarios mínimos diarios, para comprar la canasta básica. Esto suponiendo que los productos no hayan aumentado desde abril, asunto difícil de sostener.
Asimismo, 23 mil 400 jubilados y pensionados apenas reciben la cuantía mínima: 1052 pesos mensuales, con lo que, adicionando el 14 por ciento de aumento, únicamente les permitirá comprar el 40 por ciento de la canasta básica calculada por el Conampros.
Finalmente, es preciso reconocer que la actual fórmula de cálculo del incremento de las pensiones, atadas al aumento de los salarios mínimos, no le permite a los beneficiarios del ISSSTE hacer frente a la inflación: en 1998 las pensiones se elevaron en 14.2 por ciento, mientras que el índice inflacionario cerrara en una cifra aproximada del 18 por ciento. Sólo en el año que termina las pensiones de los servidores públicos perderán cerca de 4 puntos porcentuales.
...
FIN DE LA CITA


Actualmente, la citada ley dicta que los incrementos a las pensiones de los Jubilados y Pensionados Federales será, por lo menos, igual al incremento a los Salarios Mínimos en el D. F., o a los incrementos recibidos por los Trabajadores en activo, lo que resulte mayor.

Aún así, la carrera se inició con mucha ventaja, y los Jubilados y Pensionados que menos ganan siguen sin poder garantizar su propio sustento, menos aún una vida digna.

Ojalá nuestro nuevo Presidente de la República tome en cuenta ésta particular circunstancia y pueda abonar por nuestra seguridad económica.

Seguiré informando

Profr. Daniel Ángel Martínez Castro
Secretario de Conflictos y Promociones Económicas
Comité Ejecutivo Sección Morelos




No hay comentarios:

Publicar un comentario