Primera colaboración externa, y muy importante
Después de casi un mes de poca actividad en este blog, de lo que me disculpo, empezaremos a trabajar.
Éste primer artículo es una aportación que me llegó, y que creo importante.
Espero la disfruten y aprovechen, como yo pienso hacerlo.
FACULTADES MENTALES
Demasiadas veces se relaciona la vejez con la pérdida de facultades
mentales. Pero especialistas en el funcionamiento del cerebro como Tony Buzan
aseguran que no tiene por qué ser así.
Las monjas de
Mankato
“Una mente perezosa es
el taller del diablo” (Proverbios)
En su manual Tu cerebro más joven, Tony Buzan pone como
ejemplo de longevidad intelectual una comunidad de monjas de un recóndito lugar
de Minnesota (EE UU) llamado Mankato. Desde hace tiempo interesa a los
investigadores del envejecimiento cerebral, ya que muchas de estas mujeres
superan los 90 años y hay una cuantas centenarias, la mayor parte de ellas con
una asombrosa agilidad mental.
Una monja de esta comunidad, Marcella Zachman, fue portada de la revista
Life porque impartió clases hasta los 97 años. Otra hermana, Mary Esther Boor,
no se jubiló de su trabajo hasta los 99 años.
El profesor David Snowdon, de la Universidad de Kentucky, investigó por
qué entre estas mujeres hay un índice de demencia senil y otras enfermedades
mentales muy inferior a la media. La respuesta es que las monjas de Mankato
hacen todo lo posible para mantener la mente ocupada en su vida cotidiana.
Compiten
en concursos, resuelven pasatiempos y mantienen debates, además de escribir en
sus publicaciones, dirigir seminarios y dar clases. Según Snowdon, el estímulo
diario revitaliza los conectores del cerebro, que tienden a atrofiarse con la
edad, haciendo que se ramifiquen y creen nuevos vínculos.
Estudiosos del cerebro humano han demostrado que la red neuronal del
cerebro nunca es la misma, ya que, dependiendo de nuestra actividad,
fortalecemos unas conexiones a la vez que debilitamos otras. Cada experiencia
enciende su propio patrón de neuronas, por lo que el mapa cerebral cambia sin
cesar.
Ésa es la buena noticia: puesto que el buen estado de los circuitos del
cerebro depende de lo que hacemos con él, podemos evitar la pérdida de
facultades mentales tonificando nuestra materia gris con retos y estímulos de
calidad.
La regla de
las 10.000 horas
“Lleva mucho tiempo llegar a ser joven” (Pablo Picasso)
En un
libro del que se ha hablado mucho recientemente, Fueras de serie,
Malcolm Gladwell postula la regla de las 10.000 horas. Según las estadísticas
recogidas por el autor, es el tiempo que necesita aplicarse a una misma
actividad cualquier persona para alcanzar la maestría.
Contrariamente a lo que se cree, el cerebro de un genio no es diferente
del de alguien común y corriente, tal como se comprobó en la disección del de
Einstein. Todos tenemos más talento para unas disciplinas que para otras, pero
lo que distingue a la persona brillante del resto son esas 10.000 horas que ha
dedicado a una misma cosa, sea el violín, la informática o la gestión de un
negocio.
Esta regla también se aplica al rendimiento del cerebro. Según los
neurólogos, cuando lo mantenemos ocupado a través de la lectura, la creación
artística o el juego, aumenta la llamada memoria automática, que es la que nos
permite hacer cosas sin pensar en ellas.
Es el caso del ajedrecista que, en los primeros compases de la partida,
mueve sus piezas sin tener que cavilar. O el de un pianista de nivel que
interpreta una compleja partitura mientras habla con alguien. Su esfuerzo y
constancia les han procurado un seguro de vida para sus facultades
intelectuales, que operan incluso sin que intervenga la conciencia.
Algunos ejemplos de que la agilidad mental no está reñida con la edad
fueron Miguel Ángel, que dio luz a sus mejores obras de los 60 a los 89 años,
hasta su último día de vida. Goethe terminó su obra maestra Fausto a los 82
años.
Su secreto tiene dos ingredientes básicos: trabajo e ilusión.
Las 7 claves de un
cerebro joven
“Envejecer
es un mal vicio que no se pueden permitir los que andan muy ocupados” (André
Maurois)
Como no todo el mundo tiene tiempo o ganas de escribir novelas o de
tocar el violín, vamos a ver las claves para mantener el cerebro joven a
cualquier edad.
Según el divulgador William Speed, hay siete cosas que todo el mundo
debería hacer para que su centro de operaciones no vea menguado su
rendimiento:
1. Ejercicio. Según los especialistas en terapias
anti-edad, el mejor tonificador del cerebro son las zapatillas de deporte, ya
que mejoran el ritmo cardiaco
y, por tanto, la circulación de la sangre. Un cerebro bien irrigado mantiene en
buen estado las conexiones entre las neuronas, que son esenciales para el
pensamiento. Por tanto, el ejercicio suave suministra más sangre y oxígeno a
nuestro tejido cerebral, evitando que se deteriore.
2. Buena alimentación. El consumo de alimentos ricos en
antioxidantes –frutas y verduras, legumbres, frutos secos, té verde– no sólo
ayuda a prevenir el cáncer, sino que neutraliza los temidos radicales libres
que envejecen el cerebro. Una dieta demasiado grasa, además, puede derivar en
presión arterial alta, diabetes, obesidad o colesterol, los cuales dificultan
el riego sanguíneo también en el cerebro.
3. Aprender siempre. Aunque nuestra
materia gris empieza a envejecer a los 30 años, un aprendizaje constante
permite mantener la agilidad. Para ello debemos procurar a la mente ejercicios
y nuevos desafíos.
4. Mantener la calma. Jeansok Kim, un investigador de
la Universidad de Washington, asegura "que el estrés puede dañar los
procesos cognitivos como el aprendizaje y la memoria". En especial, el
estrés crónico debilita la región del cerebro denominada hipocampo, donde se
forma y consolida la memoria.
5. Dormir
suficiente. Un estudio llevado a cabo en Harvard con estudiantes de matemáticas
demostró que un buen descanso nocturno duplicaba la capacidad de los
participantes para resolver problemas planteados el día antes. Esto se debe a
que, mientras dormimos, el cerebro se mantiene activo y tiene tiempo de
sintetizar lo que ha aprendido con anterioridad. La expresión “voy a
consultarlo con la almohada” tiene, por tanto, mucho sentido.
6. Reír. El humor estimula la generación de dopamina, una
hormona y neurotransmisor que nos hace “sentir bien”. La risa nos ayuda a
relativizar nuestras preocupaciones, con lo que evitamos que nuestra mente se
ancle.
7. Aprovechar la experiencia. Lo bueno de hacerse mayor
es que atesoramos un archivo con millones de situaciones que nos proporcionan
criterio. Esta información podemos aprovecharla para afrontar problemas
–nuestros o de otras personas– para los que una persona joven no está
preparada.
Juegos para el
cerebro.
“Los
seres humanos no dejan de jugar porque envejecen; envejecen porque dejan
de jugar” (Oliver Wendell Holmes).
En las farmacias se venden sofisticados complementos vitamínicos para
nutrir nuestro músculo pensante, y las tiendas de productos naturales
recomiendan ginseng para la vitalidad y gingko biloba para reforzar la memoria.
Sin embargo, la mayoría de especialistas coinciden en que el juego es el
protector número uno de las facultades mentales. La terapeuta Amber Hensley
aconseja incorporar a nuestra rutina diaria alguna de estas actividades para
mantener bien lubricada nuestra red neuronal:
• Juegos de mesa como el ajedrez, las damas, el dominó o las cartas,
incluyendo los solitarios.
• Rompe cabezas, mecanos y otros juegos de construcción.
• Crucigramas, sudokus o cualquier pasatiempo.
Para los que se aburren con esta clase de pasatiempos, aprender un
idioma es una excelente manera de engrasar todos nuestros circuitos cerebrales,
ya que implica ejercitar la memoria, entender nuevas estructuras y sintetizar
reglas gramaticales.
Por supuesto, dos actividades como leer y escribir también resultan una
gimnasia mental de primer orden, al igual que aprender a tocar algún
instrumento musical.
Una actitud optimista será el complemento imprescindible para que
nuestro cerebro sea un generador de creatividad en lugar de un pozo de
lamentos.
Alimentar la curiosidad y celebrar cada día que pasamos en el mundo es
todo lo que hace falta para no retirarnos nunca del lado soleado de la vida..
Como reza un proverbio irlandés,
“nunca lamentes
que te estás haciendo viejo, porque a muchos les ha sido negado este
privilegio”.
Para mantener la
mente fresca.
1. Libros
– ‘Tu cerebro más joven’, Tony Buzan (Urano).
– ‘Fueras de serie’, Malcolm Gladwell (Taurus).
2. Películas
– ‘Ahora o nunca’, Rob Reiner (Warner Home).
– ‘Space cowboys’, Clint
Eastwood (Warner Home).
3. Discos
– ‘At my age’, Nick Lowe
(Proper Records).
– ‘Buena Vista Social Club’, Ry Coder (World
Circuit).
“La única forma de mantenerse joven mentalmente es no dejar nunca de
jugar.
Independientemente de la edad, debemos vivir como si estuviéramos
poniendo a prueba el mundo, es decir, seguir siendo niños. Cuando observamos a
grandes artistas como Matisse, Picasso o Miró, entendemos que en esencia
continuaron haciendo lo mismo que en su infancia: jugar, divertirse, ponerse
nuevos retos. Mantener la ilusión cada día y no renunciar a los valores de la
infancia es el elixir de la juventud. También para el cerebro, pues en
cuanto empiezas a pensar como un viejo ya has perdido la batalla. Por
eso es bueno que los abuelos estén cerca de sus nietos y les vean jugar e
imaginar. Los niños son nuestros mejores maestros” (Gerard Rosés,
pintor).
"Nada
en esta vida es producto de la coincidencia o de la casualidad, lo que
hagamos en este mundo, mientras la materia del cuerpo tenga vida, tendrá
repercusiones en la eternidad de nuestro espíritu."
Aportación de
LOURDES ALCANTAR
Seguiré informando
Prof. Daniel Ángel Martínez Castro
Secretario de Conflictos y Promociones Económicas
Comité Ejecutivo Sección Morelos.